ESMERALDA
Las esmeraldas hacen parte de la familia de los berilios. Su color verde e intensidad dependen de rastros e inclusiones de cromo, vanadio y a veces de hierro. Hace parte del cuarteto de gemas consideradas como preciosas junto al rubí, el zafiro y el diamante.
Su rareza se debe a que se requieren condiciones geológicas excepcionales para que ocurra su formación: el berilio se encuentra en el magma de la corteza terrestre mientras que el cromo, el vanadio y el hierro que lo convierten en esmeralda suelen hallarse en el manto terrestre. La rareza y el precio de una esmeralda dependen de lo que se llama las 4 C’s: color, claridad, corte y carat (quilates) igual que para los diamantes.
"Esmeralda" proviene del latín "smaragdus", que es a su vez una deformación de la palabra persa "zamarat" que significa "corazón de piedra".
Hace unos 3500 años (según algunas fuentes hasta 5000 años atrás), los egipcios la extraían de minas para confeccionar joyería para la realeza y la aristocracia. El yacimiento principal, que se llama Djebel Zabarah era también llamado las “minas de Cleopatra” debido a la fascinación que la gema ejercía sobre la famosa reina egipcia. Los griegos y romanos la veían como la piedra del amor y del conocimiento. Por ello se asociaba a menudo a esta gema con las diosas Venus y Vesta (la diosa del hogar y la familia).
Las minas de Colombia eran ya explotadas por civilizaciones precolombinas. Usaban las esmeraldas de adorno, como ofrenda para los dioses y como moneda de cambio. Los aztecas por su parte llamaron esta gema "Quetzalitzli", haciendo referencia directa a su color y al del Quetzal. Según cuentan leyendas arturianas, el Santo Grial habría sido hecho de esmeralda.
La esmeralda se recomienda a quién busca equilibrio y crear mejores condiciones para sus viajes o su vida cotidiana. Esta gema alivia los problemas afectivos y armoniza los sentimientos amorosos. Por estimular la memoria, el conocimiento y la sabiduría, alienta la cooperación en grupo fomentando a la vez la tolerancia y la moderación. Contribuye también con la resolución de conflictos antiguos.
En el plano físico, la esmeralda es considerada como una gema de regeneración que impulsa la vitalidad. Es benéfica para quién padece problemas de los ojos que van desde el cansancio hasta las cataratas. Desde tiempos remotos se cree que puede impedir los síntomas y ataques de epilepsia. También es reputada por facilitar el parto al disponerla cerca de una mujer dando a luz.
La esmeralda tiene un efecto desintoxicante sobre el hígado, el páncreas y los riñones, reforzando el sistema inmunológico, el aparato digestivo y el sistema cardiovascular. Por estas razones ha sido llamada la "piedra de la eterna juventud".
Alrededor del mundo fueron registrados unos 62 yacimientos de esmeralda en 19 países. Colombia por sí sola representa el 60% de la producción mundial de esmeraldas gracias a sus minas de Chivor, Muzo, Peñas Blancas y Cozcues. Además de ser el más grande productor de esta gema, Colombia también es de donde provienen las esmeraldas de la más alta calidad. Existe en algunas minas de Colombia únicamente la variedad de esmeralda Trapiche, que tiene forma de estrella con 6 puntas por formarse el cristal en varias direcciones. Su nombre se debe a su parecido con el piñón principal de los engranajes del trapiche, el cual se usa para extraer el jugo de la caña de azúcar.
Otros países productores son Zambia, Brasil, Rusia, Zimbabue y Madagascar. Algunas de las esmeraldas más famosas son las del Banco Nacional de Bogotá, las del Palacio de Topkapi en Estambul, Turquía o la esmeralda del Museo de Viena en Austria llamada de “Moctezuma” ya que esta fue ofrecida por el soberano azteca a Hernán Cortés.