DIAMANTE DE HERKIMER

DIAMANTE HERKIMER

 

El diamante de Herkimer en realidad no es un diamante. Su nombre se debe a lo parecido que es el diamante de Herkimer, el cual es un cuarzo o cristal de roca, al diamante, el cual esta compuesto por carbono.

El diamante de Herkimer recuerda el diamante por su gran pureza y por la forma en que refleja la luz a través de sus facetas. El resto del nombre se debe a que estos cristales son originarios del condado de Herkimer, ubicado en el estado de Nueva York en Estados Unidos.

El diamante de Herkimer se destaca del diamante por poseer 2 puntas y 18 facetas y porque puede ser usado en su estado natural; es decir, sin necesidad de tallar o pulir la piedra. Cabe rescatar también que los diamantes de la mina de Herkimer tienen alrededor de 500 millones de años.

Los nativos americanos de la zona en la que se hallaron los diamantes de Herkimer saben desde hace mucho tiempo acerca de este cristal y sus virtudes. Las tribus indígenas de los Mohawks y los Iroquois los usaban porque creían que estos ayudan a desarrollar dotes de visión interna (introspección), la telepatía y la clarividencia.

Para estas tribus este mineral era visto como el espíritu de la naturaleza; una piedra sagrada capaz de guiar a los dolidos y enfermos por el camino de la recuperación. Era de uso común entre chamanes y curanderos quienes llevaban de pendiente uno de estos diamantes engarzado en oro con las puntas sueltas cerca del chakra del corazón.

Los mayas llamaban a este cristal "Tlaquauactecpati", la "Luz de la Diosa y del Dios Celestial".

El diamante de Herkimer es más potente que otros cuarzos ya que por su forma se dice concentra la energía con más facilidad por lo que también se le llama cuarzo piramidal. Almacena y restituye la energía y poderes de la luz en lugares donde se disponen y son capaces de recargar, reforzar y purificar otros cristales.

El diamante de Herkimer se recomienda a quién desea realizar un trabajo espiritual ya que refuerza el vínculo entre lo espiritual y lo material al facilitar los cambios energéticos, purificando el aura y armonizando los cuerpos sutiles.

Estos cristales también mejoran el sueño, favoreciendo el recuerdo de lo soñado y su interpretación. Un apoyo preciado durante las sesiones de meditación, ayudan a escuchar nuestra voz interior al conectarnos con el chakra del tercer ojo, el centro de la intuición y del conocimiento.

A pesar de que hay yacimientos de diamantes Herkimer en diferentes regiones del mundo, solo los del condado de Herkimer en Estados Unidos pueden ser llamados como tal.